En algún lugar debajo de la barbilla y sobre del pecho se esconde el área Y. La zona del contorno de la zona de la mandíbula y el cuello es una de las primeras áreas donde aparecen los signos del envejecimiento. De hecho, se sabe que pueden comenzar a aparecer a partir de los 35 años.

¿Cómo evitar los signos del envejecimiento en el área del mentón y el cuello? Hoy descubrimos los cuidados para la zona Y.

Los primeros signos de envejecimiento se pueden hacer ver como una laxitud de la piel en la mandíbula inferior y el escote; en esas pequeñas arrugas que aparecen a lo largo o a través del cuello. Al principio, apenas se aprecian, pero sin un tratamiento eficaz en las primeras etapas, esto puede convertirse en una pendiente resbaladiza de la que la recuperación no siempre es fácil.

La apariencia de la mandíbula bien formada y tersa comenzará a perder su resistencia y la línea de la mandíbula comenzará a desprenderse generando el temido doble mentón o papada. Cambios inquietantes que delatan la edad y el paso del tiempo.

¿Cuáles son las principales razones del envejecimiento de la zona Y?

La piel del área Y, formado por el cuello y la mandíbula, es más fina que el resto de zonas del rostro (excepto la zona de los ojos). Su piel también es más seca, por la falta de glándulas sebáceas de la zona. Por este motivo, tiene incapacidad para mantener el equilibrio de los niveles de humedad.

Por otro lado, la contracción refleja de los músculos del área provoca un tirón hacia abajo de la línea de la mandíbula que no ayuda para mantener la piel tersa. Además, la actividad de las hormonas que inciden en la regeneración y reafirmación del tejido también son distintas en esta zona.

Los hábitos de vida son otro de los motivos que favorecen la caída de este doble mentón, debido a posiciones como cuando estás sentada al lado del televisor o mirando el teléfono móvil.

Las posibles soluciones para el cuidado del cuello y el mentón

Alrededor del 40% de las mujeres testificó que el envejecimiento de la zona Y afectó en gran medida la apariencia de la cara y las hizo parecer mayores que su edad. Por eso, la piel debe cuidarse con antelación y con productos específicos para prevenir o retrasarlo los efectos del paso del tiempo en la zona lo máximo posible.

Prevención:

• Evita la exposición solar incontrolada o prolongada y protege tu piel.
• Evita esparcir perfume en el cuello y la zona del escote. La reacción del perfume con la radiación solar provoca la aparición de manchas y la dilatación de los vasos sanguíneos en la zona perfumada.
• Evita posiciones prolongadas de flexión del cuello, mientras ve la televisión o el teléfono móvil.
• Asegúrate de usar productos destinados a este área. Estos productos se centran en el conjunto de problemas propios de la zona, contienen principios activos específicos y tienen una capacidad de absorción adaptada a la piel de esta zona.

Tratamientos no invasivos:

• Utiliza cosméticos específicos: estos productos están diseñados para tratar los problemas que caracterizan el área Y. Estos productos deben contener preferiblemente ingredientes como péptidos que favorezcan la producción de colágeno, con el fin de reafirmar la piel flácida. No olvides el Ácido hialurónico inteligente y nutrientes esenciales que ayudan a suavizar la piel y la aparición de arrugas.
• Tratamientos cosméticos dedicados: visite a la esteticista en las ocasiones más urgentes y pídale que trabaje especialmente este área. La técnica de masaje en los músculos del cuello y la mandíbula, junto con los preparados con principios activos, pueden mejorar notablemente el aspecto de la piel de la zona.

Tratamientos invasivos:

• Tecnologías: ondas de radio, ondas de ultrasonido: calentamiento y destrucción del tejido para fortalecerlo y reconstruirlo.
• Mesoterapia: médica, cosmética - lesión del tejido que favorecerá la reafirmación y la reconstrucción.
• Inyecciones: Botox, ácido hialurónico, calcio, hilos solubles - para mejorar el volumen y el estiramiento.

Es importante recalcar que aunque hayas elegido alguna de las opciones de tratamiento invasivo, debes perseverar y mantener la rutina de cuidados, en la zona a diario para mantener los resultados.

Cuándo empezar:

En edades tempranas es recomendable empezar a aplicar productos para el cuidado de la piel destinados al rostro también en la zona Y.

A partir de los 35 años, es recomendable utilizar materiales dedicados que enfaticen la prevención de daños futuros, la restauración de los daños existentes y la reafirmación y estiramiento de esta piel delicada y sensible.

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