Aunque es una actividad física, se ha demostrado científicamente que el yoga beneficia no solo a nuestro cuerpo sino también a nuestro bienestar mental, emocional y espiritual, mejorando así nuestra calidad de vida en general. Según un artículo publicado en la Harvard Health Publishing de la Harvard Medical School, "la evidencia preliminar sugiere que el yoga puede incluso retrasar el envejecimiento a nivel celular [...] Lo que hace que estos hallazgos sean tan emocionantes es que sugieren que una práctica regular de yoga puede mejorar múltiples áreas de su vida a la vez, creando circuitos de retroalimentación positiva que pueden promover aún más la salud ”.
Entonces, ¿cuál es el secreto de esta antigua práctica? Es simple: el yoga consiste en centrar la atención en el cuerpo en el momento presente. Una vez aprendido, este enfoque se aplica a todas las áreas de la vida que afectan positivamente nuestro cuerpo, mente y estado emocional.
Innumerables Posturas
Durante los aproximadamente 5,000 años que pasaron desde su creación, se han desarrollado muchos tipos de yoga; tantos que nadie sabe el número exacto. Aquí hay tres de las modalidades más populares.
- Hatha Yoga
En sánscrito, hatha describe las posturas físicas (o asanas) del yoga. Pero en la sociedad occidental, hatha es un término integral utilizado para describir todos los tipos de yoga que se basan en la práctica física. Dichas prácticas de yoga son las más populares e incluyen tipos conocidos, como Iyengar y Ashtanga. Hatha se recomienda para principiantes ya que el ritmo es más lento que otros tipos de yoga e incluye mantener una postura durante algunas respiraciones.
- Iyengar Yoga
B.K.S. Iyengar fundó este tipo de yoga, que se enfoca en corregir la alineación del cuerpo y es perfecto para personas que sufren lesiones o problemas en las articulaciones. Los practicantes de Iyengar ponen mucho énfasis en las sutilezas de cada pose, mientras que las posturas se mantienen durante más tiempo que en otros tipos de yoga.
- Ashtanga Yoga
Ashtanga es perfecto para aquellos que buscan una práctica más dinámica y atlética. Naturalmente, este tipo es muy popular entre las celebridades y es muy exigente físicamente. Es una práctica repetitiva que involucra seis series de posturas, que se repiten en cada sesión.
Posturas de Yoga para una Piel Radiante
Una de las muchas ventajas del yoga es su efecto positivo en nuestra piel. Algunas posturas de yoga son particularmente beneficiosas para la piel, ya que mejoran la circulación sanguínea en el rostro, lo que aumenta el suministro de nutrientes y elimina más toxinas.
Aquí hay dos poses relativamente fáciles para una piel más radiante. Ambos deben practicarse 4-5 veces a la semana.
Sarvangasana (Hombros)
- Recuéstese sobre su espalda.
- Inhale y levante piernas, nalgas y la parte superior del cuerpo desde el suelo.
- Utiliza tus manos para apoyar tu espalda baja mientras tu cuerpo se balancea sobre tus hombros.
- Acerque los codos y deslice suavemente los brazos sobre la espalda unos centímetros hacia los omóplatos.
- Equilibre su cuerpo sobre sus brazos y hombros, no su espalda y cuello.
Mantenga durante 10-20 segundos mientras respira profundamente.
Utthanasana
- De pie, coloca tu cuerpo recto y las manos en tus caderas.
- Dobla las articulaciones de la cadera hacia adelante mientras exhalas, con los talones firmemente arraigados en el suelo.
- Coloque sus manos en el suelo a ambos lados de sus piernas.
- Mantenga la postura durante 1 minuto.