La deshidratación es una alteración de la capa superficial de la piel (la epidermis) por falta de agua, cuando desciende la cuota hídrica de la dermis reservas también se ven afectadas, dando lugar al envejecimiento prematuro y otros síntomas por el deterioro de la función barrera de la piel.

Es un mal endémico en el que hay muchos factores determinantes, pueden ser factores tanto externos como internos.

Factores determinantes

Ingesta de agua deficiente, beber poca agua conduce a la deshidratación de la piel.

Predisposición genética, si nuestra familia es de tener deshidratación en la piel es muy probable que nuestra piel también pase por ese estado, o tenga síntomas comunes.

Cambios hormonales, en la mujer los cambios hormonales bajan el sistema de defensa, dando lugar a diferentes síntomas en la piel, entre ellos la deshidratación.

Alimentación baja en vitaminas y nutrientes, la dieta mediterránea es reconocida mundialmente por su variedad y la calidad de sus alimentos, pero no siempre nos ajustamos a ese tipo de comida, los nutrientes son esenciales para el buen funcionamiento metabólico, y las vitaminas aparte de ser un gran antioxidante también nos ayuda a fijar la hidratación en la piel, si lo que comemos está procesado, no es fresco, o abusamos de bollería industrial, grasas, azúcares…también puede mermar la hidratación de nuestro cuerpo y la piel.

Tabaco, es un vicio poco saludable por diferentes motivos, sobre todo por la obstrucción que ejerce en el sistema sanguíneo, lo que provoca falta de oxigenación y como consecuencia deshidratación, disparidad en el tono de la piel incluso predisposición a la hiperpigmentación.

Alcohol, es un inhibidor de la hormona antidiurética, que es la encargada de mantener los niveles de líquidos para el buen funcionamiento de los riñones, si no funcionan bien crean una carencia hídrica.

Estrés oxidativo, cuando los radicales libres aumentan producen un desequilibrio celular, disminuyendo los antioxidantes a su vez, la consecuencia a la larga es el deterioro de los tejidos, mostrando una capacidad de defensa menor y aumentando el TEWL (perdida de agua transepidermica). El estrés oxidativo puede producirse por la exposición a los rayos solares, por el aumento de contaminación lumínica, y los factores descritos con anterioridad.

Cosmética inadecuada o deficiente, hay que saber el que, el cuándo y el cómo aplicar la cosmética más adecuada a cada piel, si la piel está deshidratada es lo primero que hay que tratar, antes que una arruga, una mancha, flacidez, sensibilidad o cualquier otro síntoma. Porque es la base de una buena calidad de piel.

Enfermedades, el cuerpo es una máquina perfecta, pero a veces como muchas otras máquinas falla, y ese tipo de fallos que provocan una enfermedad también provocan alteraciones en las membranas de la piel, provocando deshidratación y otros síntomas más complicados de tratar.

Medicación, lo que tan bien funciona para unas cosas en ocasiones no es lo ideal para la piel, puede crear hiperpigmentación, grasa, deshidratación, sequedad…

Medio ambiente, la adaptación al medio es algo inherente en los animales, pero a los humanos nos cuesta un poquito más, hay que seguir unas pautas mínimas de hidratación y protección diarias para que el medio ambiente no haga estragos en nuestra piel, la protección solar debe de ser como las llaves de casa, vamos que no podemos salir sin ella, adaptando su grado si es verano o invierno, pero aunque el día sea nublado hay que protegerse. Si vivimos en una cuidad esa protección también mediará a nuestro favor frente a la polución o los cambios de temperatura que oscilan en el transcurso de las horas.

Cambios de estación, cuando cambia la estación no solo deja cambios visuales en nuestro alrededor (floración, nieve, cambios de color en la vegetación….), también disminuye el sistema inmune de las personas, y también su capacidad hídrica, hay que ser previsor e hidratarse muy bien con cada cambio estacional, y más cuando bajan o suben drásticamente las temperaturas.

Síntomas de la piel deshidratada

• Aspereza, picores, descamación, rugosidad
• Piel seca, mate y apagada
• Falta de elasticidad, tirantez en la piel
• Miliums
• Sensibilidad
• Hiperpigmentación
• Envejecimiento prematuro – arrugas

La deshidratación de la piel es una alteración temporal y reversible, hay que tomar conciencia comenzando por aumentar la hidratación interna (beber más agua), una alimentación saludable (rica en vitaminas y nutrientes), y una rutina cosmética hidratante.

Para recuperar las reservas internas y externas de agua de la piel la combinación ideal es Moisture Fusion Serum + Moisture Fusion Cream de la línea Forever Young, aumenta la producción natural de ácido hialurónico, hidrata y mantiene los niveles saludables de humectación mientras rejuvenece y reafirma, mejorando la elasticidad y el volumen. Previene el envejecimiento prematuro y restaura la cuota hídrica.

Tratamientos profesionales adaptados para hidratar las capas más profundas de la piel y restaurar la barrera de defensa harán más sencilla esta etapa, para revertir los daños causados por la falta de agua.

Todas las pieles pueden estar deshidratadas, las grasas, las combinadas, las secas y derivar en otro tipo de afección como hemos visto anteriormente. Primero hay que realizar tratamientos de hidratación como pueden ser Unstress, Forever Young, Muse… antes de tratar otros síntomas.